jueves, 17 de marzo de 2022

Mecanismos de Control Social y Criminología

Para hablar sobre los mecanismos de control social, primero debemos definir que es el control social, es “forma en que la sociedad consigue que los individuos obedezcan las normas establecidas” (Herrero, 2007, citado en Zúñiga, 2021, p.141). Para comprender de una mejor forma esto, debemos saber que los seres humanos son seres que buscan formar vínculos sociales con los que se identifican, guiados por intereses, valores, ideales y formas de pensar, al crear estos grupos también existe la posibilidad de que alguno de los miembros tenga una conducta o comportamiento que rompa o desvíe la convivencia social dentro de este y genere problemas en el mismo, por lo que citando a Herrero (2007)

Es precisamente, desde tales valores, como punto de referencia, desde donde se juzga si un comportamiento o conducta de los agrupados es asumible o intolerable, si ha de ser aprobada o reprobada. Los grupos humanos son, por ello, normativos y la infracción de sus normas de conducta, provoca la reacción del grupo. Reacción que puede ser más o menos de acuerdo con la importancia de la norma lesionada o con el grado de disconformidad con ella que el infractor manifieste (p.243).

Al visualizar lo que dice Herrero, ahora se puede comprender de una mejor manera el concepto de control social. El control social se compone en dos vertientes, el institucionalizado o formal y el difuso o informal.

Es institucionalizado o formal el que aparece integrado e incorporado dentro de la estructura del gobierno, en alguna de las diversas instituciones políticas, sociales, culturales, económicas, deportivas, educativas, o de cualquier otro tipo que la conforman, integradas dentro de la estructura del poder establecido (Malo, 2001, p.22).

Podríamos decir que es la forma de vigilancia social a través de los órganos del estado, que se encargan de imponer y aplicar las medidas necesarias, tales como sanciones, multas, trabajo comunitario, encarcelamiento u otras, con el fin de hacer cumplir las normas establecidas contra conductas transgresoras, entre las instituciones que podemos destacar se encuentran la policía, la fiscalía, la judicatura y otros órganos gubernamentales.

Para definir la vertiente informal podemos citar a Zúñiga (2021) “existen órganos de control informal, que tienen una relevancia aún mayor, ya que se encargan de modelar a personas mediante la transmisión de valores, hábitos y normas de conducta observables” (p.141).

Entre los órganos de control informal se pueden destacar, la familia, los amigos, la religión, las redes sociales y los medios de comunicación.

El hombre y su conducta siempre han sido sujetos a estudios y críticas por ser desde tiempos remotos un tema preocupante para las ciencias y los estudiosos. Dentro de las ciencias jurídicas, la criminología como ciencia interdisciplinaria que utiliza métodos empíricos se ocupa de la persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo (Aguilar, 2010, p.2).

Desde la óptica de la criminología, empleando los métodos empíricos, mediante la observación de los hechos, estudia las diferentes manifestaciones de la delincuencia y sus eventos concretos, por eso cuando hablamos de control social, hablamos de su utilidad práctica en favor de la criminología orientando a la misma a asegurar las normas y valores sociales de un sistema. Por ejemplo, Aseveraba Aniyar de Castro dice “el control social informal, es una intensa y polifacética manera de educar a los individuos, y de este modo a las masas, desde el nacimiento hasta la muerte” (citada en Aguilar, 2010, p.10).

Referencias

Aguilar Avilés, D. Fundamentos generales sobre criminología y control social, en Contribuciones a las Ciencias Sociales. mayo 2010. http://www.eumed.net/rev/cccss/08/daa10.htm.

Herrero, H. (2007). Criminología. M. (3.a ed.). Madrid: Editorial Dykinson S.L.

MALO Camacho, Gustavo. “Derecho Penal Mexicano”. Editorial Porrúa, S.A. Cuarta edición. México, D.F., 2001.

Zúñiga, R. (2021) Fundamentos de criminología. San José. EUNED

domingo, 6 de marzo de 2022

Principales representantes y postulados de la escuela moral cartográfica

Cuando se habla de la escuela cartográfica se debe mencionar que fue un movimiento sociológico que buscaba conocer mejor la criminalidad, desde un punto de vista exógeno, donde se tomó los ilícitos como un hecho social o de masas, pero no de manera individual. De los primeros aportes de este movimiento se puede destacar la aplicación de métodos cuantitativos estadísticos para entender de una mejor manera la criminalidad.

Una vez se aborda el crimen como una expresión de masas, se estudió y explicó la fenomenología delictiva. Gracias a esta investigación se puede comprender que el crimen tiene una normalidad o constancia que lo caracteriza y lo hace regular e incluso predecible. Con este descubrimiento se vuelve necesario establecer la frecuencia, la distribución, evolución y tendencia del delito con apoyo en la cartografía para generar mapas.

A esta escuela sociológica se le conoció como la escuela moral, estadística o cartográfica, liderada por dos personas contemporáneas, hablamos del belga Adolphe Jacques Quetelet (1796-1874), quien fue un matemático y astrónomo que poseía una gran habilidad para los números y entre sus aportes se puede destacar, establecer el índice de masa corporal para determinar la obesidad que se utiliza actualmente. La segunda persona que lideraba este movimiento fue el francés André Michel Guerry (1802-1866). Zúñiga 2021 menciona que:

Se dice que es una estadística moral por cuanto busca explicar de un modo totalmente distinto el problema de la delincuencia y del desorden social, a fin de que se tomen las medidas necesarias para restaurar la moral de la sociedad. No obstante, al empezar a cruzar datos, se advirtieron algunas correlaciones socio demográficas delictivas que se empezaron a repetir hasta convertirse en un patrón aceptado, tales como el sexo predominante de los delincuentes (masculino); la edad y el tipo de delito (entre más joven, más violento, y entre más adulto, más astuto y menos violento): los delitos están asociados a una temporalidad y son cíclicos (Zúñiga, 2021, p.43).

Aquí se puede entender como se investigaban los datos en esta escuela, donde se hacen distinciones de edad, tipo de delito cometido, y se comprende que los delitos están asociados a un periodo de tiempo y se repiten cíclicamente. Al combinar los mapas con estos datos se observaron de manera rápida las similitudes y diferencias, por ejemplo, Quetelet escribió su obra Ley térmica de la delincuencia (1833), donde se interactúa con el clima y el territorio para determinar la prevalencia delictiva y su agresividad. Hallazgos del matemático belga indican que en el norte se ubican delitos con fuerza sobre las cosas, y especialmente los delitos contra la propiedad se comenten durante el invierno porque surge una necesidad de sobrellevar el frío.

De estos datos también se puede decir que, los delitos de violencia contra las personas, más que nada los que involucran una violencia extrema y con crueldad, son cometidos en verano, esto porque es cuando las personas están más al exterior. Si se habla de los delitos de índole sexual se establece que se ocurren principalmente durante la primavera, esto en países que se ubican geográficamente muy al norte o muy al sur y cuentan con las cuatro estaciones climáticas. Estos datos actualmente, aunque con algunas excepciones, siguen vigentes a día de hoy.

Quetelet también habla de una teoría a la que llama “el hombre medio” donde se puede decir que es el inicio de su pasión por intentar explicar los comportamientos criminales, para tener más clara esta idea Sandra Caponi menciona que:

La idea de hombre medio, elaborada por Quetelet, guarda algunas semejanzas y algunas diferencias en relación con el conjunto de patrones estadísticos que aún hoy estamos acostumbrados a utilizar, fundamentalmente en el discurso médico. Ese hombre medio es el resultado de la articulación de una serie de causas físicas, morales e intelectuales que se mantienen constantes en determinados momentos históricos y en determinados lugares geográficos (Quetelet, 1991), de modo tal que existen diferentes ‘hombres tipo’ o patrones para diferentes sociedades.  Sin embargo, esta aparente variabilidad del tipo remitía para Quetelet a una única certeza: la de la existencia de una completa regularidad y constancia en la repetición de los más variados hechos sociales. Quetelet se propone explicar esa regularidad que observa, no solo en las formas físicas como altura, peso, tamaño del tórax (se ocupó obstinadamente de la medición del tórax de los soldados), sino también en comportamientos tales como el crimen, los homicidios, el suicidio, la locura, entre otros (Caponi, 2013, p.833).

Aquí se puede observar que para Quetelet el hombre medio es una serie de distintos factores en los que se pueden encontrar las causas morales, físicas e intelectuales, al ser un amante de los números él quería aplicar sus conocimientos matemáticos en función de determinar las leyes que rigen con regularidad los hechos sociales y biológicos, además quería hacerlo con la precisión que se hace en la astronomía.



Referencias

Caponi, S. (2013). Quetelet, el hombre medio y el saber médico. História, Ciências, Saúde-Manguinhos20(3), 830-847.

Zúñiga, R. (2021) Fundamentos de criminología. San José. EUNED.

sábado, 5 de marzo de 2022

Principales representantes y postulados de la escuela positivista

El enfoque positivista inicia un pensamiento que rompe con el pasado y busca respuestas tomando como punto de referencia al ser humano, esto sentó las bases de una nueva fuente de conocimiento, así como también fue de utilidad para el inicio de la criminología.

Algunos exponentes de este movimiento son pensadores como Lombroso, Garófalo y Ferri, quienes le dieron un impulso a la criminología para establecer como una ciencia.

Este movimiento intelectual se basa en el conocimiento de aplicar el conocido método científico, y su enfoque se centra en el estudio del comportamiento del ser humano, en su aspecto individual y el comportamiento en sociedad, en los factores sociales y antropológicos, y ya no se le da tanta importancia al delito como si lo hace la escuela clásica.

Positivismo criminológico es el nombre que se le da al movimiento o también llamada escuela positivista, este mismo se aleja del libre albedrío, esto debido a que existen condicionantes endógenas o exógenas. Como base se descartan las ideas preconcebidas y se inicia de la observación y experimentación como el cimiento del conocimiento.

Este movimiento busca identificar las causas del delito, se descarta generalizar a la persona como delincuente, la pena debe tener una utilidad que busque la readaptación de la persona y se cambia el concepto como sanción.

Si hablamos de los exponentes principales o más reconocidos podemos empezar hablando del médico y psiquiatra italiano Ezechia Marco Lombroso (1835-1909), quien era más conocido bajo el seudónimo de Cesare Lombroso, fue el fundador de la antropología criminal y a quien también se le conoce como el padre de la criminología, gracias a sus estudios que tenían como objetivo principal a la persona (delincuente).

Lombroso rompe con el enfoque que se centraba en el delito o la pena y se centra en la persona, lo que genera una separación respecto al derecho penal que se centra en el delito y la pena, mientras por su parte la criminología como ciencias incluye al ser humano y su entorno y deja al delito como una consecuencia del comportamiento de la persona infractora.

Zúñiga (2021) menciona que:

Después de examinar diferentes criminales de su época, Lombroso coligió la teoría atávica, la cual se basa en la selección natural darwiniana en la que el simio se convierte en el homus sapiens actual; no obstante, las personas que delinquen tienen una particularidad de que son menos evolucionados (una etapa intermedia entre simio y hombre). Lombroso advierte en los malhechores diversas anomalías o deformaciones en su fisionomía que no las tiene la persona normal; por lo tanto, el delincuente se constituye en una persona inferior, un resabio o retroceso dentro de la etapa evolutiva del ser humano, ante lo cual los genes heredados son los trasmisores del delito entre progenitores y descendientes (Zúñiga, 2021, pp.29-30).

Lo expuesto por Zúñiga con respecto a Lombroso nos puede indicar que gracias a este estudio se puede hacer una tipología del criminal, ya que menciona que pueden existir delincuentes natos que heredan genéticamente esto de sus antecesores y lo pasan a sus progenitores.

Otro de los postulados de Lombroso es y contribución a destacar fue que en las prisiones los delincuentes con demencia no convivieran con los criminales sanos.

Si destacamos a otro de los miembros de esta escuela positivista se debe hablar de Enrico Ferri (1856-1929) quien fue político y sociólogo italiano, y en un futuro, criminólogo, reconocido como el padre de la sociología criminal.

Ferri aprovecha el desligamiento del estudio del delito y la pena, y se decanta por estudiar a la persona, pero de manera diferente a como lo hizo Lombroso, él centra su atención a la persona en un contexto dentro del medio en el cual está circunscrito.

Esto porque para Ferri, Lombroso se equivoca en haber dado importancia a los datos de craneología y antropometría, en lugar de los de psicología, luego piensa que no tuvo que haber mezclado a todos los delincuentes en una sola clase, y piensa que son de mayor importancia el papel que juegan los factores sociales y del ambiente en el estudio del delito.

Ferri reflexiona que las acciones humanas socialmente correctas o incorrectas son el producto de las condiciones físico-psíquicas, que tienen relación con otro ser vivo o ambiente físico y social que los rodea, y se ven directamente influenciadas por factores criminógenos que facilitan los actos antisociales y delitos.

Por último, para acabar con los referentes de la escuela positivista se debe mencionar a Raffaele Garófalo (18451-1934), conocido jurista y criminólogo italiano, además de que fue discípulo de Cesare Lombroso. Uno de sus postulados fue que abordó de igual manera como su maestro la tipología de los delincuentes y los describe de la siguiente forma:

-          Asesino: personas con la facultad de ideación incluso normal; criminales que tienen ciertos instintos y arranques que pueden compararse a los de los salvajes. Están desprovistos de todo sentimiento altruista, por tanto, obran exclusivamente bajo impulso de sus deseos.

-          Violento: Persona carente de sentimientos de piedad, lo que le conduce a cometer delitos violentos. Pueden cometer las acciones bajo influencia de prejuicios sociales, políticos, religiosos. Pueden ser arrastrados al delito por su temperamento pasional o de excitación.

-          Ladrón: Carece de probidad y altruismo. Se encuentra condicionado por el ambiente, que es un medio insano en el cual es más fácil perder el sentimiento de probidad. Pueden degenerar otros delitos relacionados con sustracción ilícita de dinero no violenta como fraudes.

-          Lascivo o Cínico: Un cuarto tipo de delincuente, que no se aprecia en las primeras versiones de su obra, es el criminal lascivo o cínico. Estos son delitos debido a un impulso sexual y ofensas a la castidad. Aduce que es la falta de energía moral en lugar de la ausencia del sentimiento de piedad que lo causa.

Fuente: (Garófalo, 1890).

Si se quiere más información del positivismo criminológico se puede visualizar el siguiente vídeo de José Antonio Rodríguez



Referencias

Garófalo, R. (1890). La Criminología. Traducido por Pedro Dorado Montero. Madrid: Editorial la España Moderna.

Zúñiga, R. (2021) Fundamentos de criminología. San José. EUNED.

viernes, 4 de marzo de 2022

Principales representantes y postulados de la Escuela Clásica

 Para la segunda mitad del siglo XVIII, surgió un movimiento intelectual del derecho penal basado en una ley natural. Para el movimiento son de importancia varios puntos a destacar, en primer lugar, debe existir un respeto total al principio de legalidad, en segundo, el delito se ve como algo inherente a la ley y conlleva una retribución punitiva mediante una pena que es producto del daño causado, y por último este movimiento se enfoca en el estudio de la pena, el proceso penal y el delito. En este periodo da punto a cambios en el manejo de centros penales, además de la humanización de la pena o sanción.

Ferri (2004) expuso:

Fue Beccaria, influenciado más por el sentimiento que por la precisión científica, quién dio un gran impulso a la doctrina de crímenes y castigos por resumiendo las ideas y sentimientos de su edad. Fuera de varios gérmenes contenidos en su generosa iniciativa ha habido desarrollado, para su merecido crédito, la escuela clásica de derecho penal (p.2).

Lo que se puede entender es que del movimiento intelectual se dio el nacimiento de juristas clásicos quienes son reconocidos como la escuela clásica y entre sus representantes se encuentran Cesare Bonesana (1738-1794) marqués de la región de Beccaria que limita entre Suiza e Italia quien además fue reconocido como intelectual, economista y jurista italiano, y fue más reconocido como Cesare Beccaria en lugar de Bonesana que era su apellido.


Beccaria es recordado por sus grandes aportes al derecho penal, escribiendo libros como De los delitos y de las penas (1764), libro que estaba basado en su experiencia como jurista donde proyecta una serie de ideas que provienen de filósofos contractualistas que abogan por un acuerdo en el que se generan derechos y deberes frente al Estado.

Ideas que fueron recibidas de gran forma por los liberales independistas estadounidenses y franceses revolucionarios y fueron utilizados como cimiento de los sistemas penales de la época.

Para el jurista hay que enfocarse de en su mayoría en la prevención en lugar que el castigo, también estableció la necesidad de mejorar la infraestructura de las prisiones y el hecho de que debiera hacerse una segregación entre los prisioneros, donde se divida por edad, sexo y delito cometido, lo cual hoy en día se aplica de esta forma.

Otro participante de esta escuela clásica fue Francesco Carrara (1805-1888), quien fue un intelectual jurista italiano y es reconocido como el máximo exponente del derecho penal clásico.



Él logró conceptualizar el delito y la pena y darle forma al conocimiento histórico que ya se tenía sobre legislación penal general. También defendía que la esencia del delito debe consistir necesariamente en la violación de un derecho.

En sus contribuciones que pueden ser aplicables a la criminología podemos encontrar en su programa del curso Derecho Criminal, se encuentran las causas por las cuales se pueden disminuir las penas “aflictivas”, sean estas la edad avanzada, el sexo, la locura sobrevenida, las enfermedades mentales. Mencionaba que la reincidencia no es una razón válida para aumentar las penas, esto debido a que la persona que ha delinquido ya habría cumplido con su pena una vez y sería injusto imputársela por una segunda ocasión.

En el momento en el que las cárceles eran centros deplorables donde, prácticamente, se puede afirmar que las personas eran tratadas como despojos en una vorágine de barbarie e inmundicia, en ese momento se da inicio la reforma penitenciaria por medio del pensamiento inglés del siglo XVIII.

El inglés John Howard (1726-1790) fue un filántropo de una familia acomodada de Londres, y en su juventud hubo un hecho que lo marcó para toda su vida, y fue cuando unos piratas lo capturaron y enviaron a una prisión en Francia donde pidieron un pago por el rescate.



En su obra Estado de las prisiones en Inglaterra y Gales (1777), hizo una descripción de manera explícita el estado de las prisiones de su época. Solamente en la introducción de su obra describía que los prisioneros, quienes después de los juicios no fueron encontrados culpables, debían regresar a prisión porque no le podían pagar al carcelario, esto porque los prisioneros eran los que debían pagarle el salario al guardia y en caso de que no tuvieran los recursos económicos debían volver a prisión. Además, resalta que, por ejemplo, muchas de las prisiones de la época no tenían agua suficiente y les daban a los prisioneros poco menos de litro y medio de agua para su ingesta y limpieza del cuerpo.

Y así como estas condiciones deplorables también había muchas más, por lo que gracias al esfuerzo de Howard, quien propició una reforma completa del sistema penitenciario, se llevaron a cabo grandes cambios como lo fueron el aislamiento nocturno, se logró la gratuidad de las prisiones y la segregación debido a condicionantes como sanidad mental, sexo y edad.

Críticas al enfoque clásico

-          El enfoque de estudio es la ley y la pena, obviando por completo los demás participantes en la comisión del delito como lo es la persona infractora y la víctima, entre otros.

-          No busca las causas del delito, ya que se cree en el libre albedrío, en el cual cada acción de la persona responde a una autodeterminación independiente y pura, sin coacción de parte de nada o nadie.

-          La pena es la retribución que recibe quien infringe las leyes por el daño causado a la sociedad. No tiene un carácter reparador del delincuente.

-          Clasifica el delito como ente jurídico, no como entelequia real o existente. Al no tomar en cuenta las situaciones o conductas sociales, revela su carácter eminentemente jurídico.

-          No fue una escuela como tal en sentido estricto, sino más bien un conjunto de opiniones sobre una temática definida que luego se compilaron bajo un nombre homogénico como escuela clásica.

Fuente: (Zúñiga, 2020, citado en Zúñiga 2021, p.27).

Para más información sobre la escuela clásica y sus postulados se puede observar el siguiente vídeo de Angel Morales.

Referencias

Ferri, E. (2004). Sociología Criminal. Traducción de Antonio Soto. Madrid: Edigráfica S.A. Tomo I.

Zúñiga, R. (2021) Fundamentos de criminología. San José. EUNED.


jueves, 3 de marzo de 2022

Edad Media y aportes de las pseudociencias para la posterior formalización de la Criminología

En el año 476 se marca el inicio de la Edad Media, época cuando el concepto de crimen y castigo asociado con la religión cristiana, donde la religión cristiana empieza a castigar las conductas humanas que para esta religión se consideraban “desviadas”, estas conductas iban relacionadas con el concepto de pecado además de estar asociadas a la creencia de que había un ser maligno que ejercía sobre la persona que cometía el delito ser llamado en la religión cristiana como “diablo”, este pensamiento equivocado desde mi punto de vista puso en ventaja a las personas e instituciones que tenían el poder en ese momento como lo eran la iglesia y los señores feudales quienes mutuamente administraban el poder de imperium, el castigo en la época tomaba una modalidad donde se expiaban los pecados o afrentas que se cometían.

De esta manera se establecieron distintas maneras para declarar culpable a una persona, entre estas se encuentran los conocidos “juicios de Dios”, donde se atribuía a una orden “divina” que determinara la culpabilidad o inocencia de las personas, donde en el momento se castigaban la homosexualidad, el adulterio, la brujería y otros.

El mecanismo que se utilizaba con más frecuencia para que se determinaran a las personas culpables y obtener su confesión era la tortura, donde se utilizaban 2 elementos con frecuencia el agua que se consideraba un elemento “lavativa” o el fuego que se creía “purificaba el alma”, todas estás terribles prácticas reciben el nombre de la Santa Inquisición y fue de las prácticas más inhumanas que se han llevado a cabo en la historia del ser humano.

Misma Inquisición que tuvo fin en el año 1215 cuando el Papa Inocencio III le puso fin y a cambio dio paso a un nuevo sistema llamado "compurgación", mismo que evoluciono al actual testimonio bajo juramento o juicio mediante un jurado. Durante este periodo se consolidaron las que hoy se pueden llamar pseudociencias modernas, en su momento estas últimas intentan explicar el comportamiento del ser humano o las situaciones que nos rodea mediante el método de la observación.

Las pseudociencias se pueden definir como:

 Las pseudociencias pueden tener un tratamiento científico de sus procedimientos, por ejemplo, la numerología y la astrología hacen uso de correlaciones y cálculos matemáticos, y razonamientos lógicos, que son herramientas científicas.  Lo que falla es que los postulados de donde parten estas deducciones son irracionales, dogmáticos, y no se produce un estudio crítico para contrastarlos a través de sus consecuencias con la realidad. Es decir, falta el control interno que da su poder inmenso a la ciencia: la facultad de desechar una teoría cuando no se ajusta a la única verdad, que es la realidad (Schulz, 2005, pp.237-238).

Básicamente, se puede decir que las pseudociencias utilizan los diferentes procedimientos científicos como herramientas, sin embargo, no utilizan estudios críticos que contrasten la información como si se utiliza en las diferentes ciencias.

Por mencionar algunas podemos citar las siguientes:

Quiromancia: Arte de predecir o adivinar el futuro con solo ver las características de la palma de la mano.

Astrología: Arte de correlacionar los movimientos estelares con situaciones terrenales a fin de darle un significado.

Demonología: Estudio de demonios. Responde a que los actos malignos de las personas ocurren mediante una posesión demoniaca.

Fisiognomía: Consideraba posible determinar la culpabilidad de una persona con base en la forma y en las características del cuerpo.

Fuente: Zúñiga, R. (2020). 

Para más información sobre las pseudociencias en Criminología podemos visualizar este video de Batnight Criminologia en 5 minutos


Volviendo a las pseudociencias podemos entenderlas como predecesoras de la criminología actual en su búsqueda de dar explicación al delito y comportamientos humanos, por ejemplo, la demonología que se encargaba del estudio de los demonios era la manera de dar una respuesta a los comportamientos agresivos y violentos de la época, ya que como se castigaban los pecados en ese tiempo, religiosamente se buscaba la respuesta a ese comportamiento mediante la culpa de posesiones demoniacas y las mismas podían terminar con exorcismo por parte de la iglesia, hoy en día se analiza el comportamiento mediante muchos otros aspectos que se deben tener en cuenta.

También podemos destacar a la fisiognomía donde se pretendía determinar la culpabilidad de las personas por medio de la forma y características de su cuerpo, en la actualidad podemos encontrar que ese proceso se utiliza para determinar como se dieron los hechos ocurridos.

Se puede decir que muchas de estas pseudociencias son precursoras de la actual criminología, esto porque en esa época las personas se guiaban más por sus creencias, culturas y tradiciones, además las leyes estaban administradas en conjunto por la Iglesia y señores feudales, donde se imponía el cristianismo y se castigaban los pecados, lo que lleva al nacimiento de pseudociencias como la demonología.

Sin duda alguna estas pseudociencias fueron la manera de determinar la culpabilidad o el modo de comprender el delito y actos que se llevaron a cabo en este, algo que hoy en día es parte de la criminología actual. 

Referencias

PSEUDOCIENCIAS, L. (2005). LAS PSEUDOCIENCIAS. Revista Iberoamericana de Polímeros6, 3.

Zúñiga, R. (2021) Fundamentos de criminología. San José. EUNED.


martes, 1 de marzo de 2022

Criminología como ciencia, sus precedentes históricos y los aportes de los diferentes filósofos que marcaron una tendencia hacía la cuestión criminal

Los seres humanos siempre hemos sido seres que pueden a diferencia del resto de las otras especies de animales tener un razonamiento, un lenguaje verbal y corporal que nos permite comunicar de manera fluida y consiente, esto nos da paso a una serie de acciones sociales que dependen de la cultura, edad, género, costumbres y región determinada pueden ser consideradas positivas, negativas o neutras, lo definido anteriormente lo podemos definir como el comportamiento y a razón de que un comportamiento negativo que puede llevar a una o varias personas a poner en riesgo los bienes jurídicos más esenciales de la sociedad como lo es la salud y la vida. En relación con estos comportamientos negativos se busca la manera de controlar o rechazar estas conductas e inicia la ciencia que hoy se conoce como criminología.

En el principio de esta ciencia se investigaba el delito como lo que es, empero su objeto de estudio pasa a centrarse en el castigo que cuyo concepto posteriormente evolucionará a pena y terminaría en lo que hoy en día se conoce como sanción. Luego de esto la criminología volvería a cambiar su objeto de estudio centrándose en la persona que comete el delito, sin embargo, el conjunto de todo daría como resultado la definición de criminología que conocemos hoy en día “Ciencia social que estudia las causas y circunstancia de los distintos delitos, la personalidad de los delincuentes y el tratamiento adecuado para su represión” (Real Academia Española 2014, citado en Zúñiga 2021, p.6).  Como se ha indicado la criminología ha sufrido múltiples cambios en su objeto de estudio que gracias a estos mismos se podría decir que se ha ido perfeccionando la criminología como ciencia social, pero para que esto sea así primero hay que retrotraernos para comprender el camino que ha recorrido la criminología hasta que se convirtió en la ciencia social que es hoy en día.

En la edad antigua los castigos eran los medios para castigar los comportamientos que en la época no se consideraban “correctos”, el concepto de pena aún no era conocido porque en esos tiempos se asociaba el castigo con la religión y era un castigo más vindicativo y no era proporcional al crimen cometido y que en tiempos pasados generó un espiral de violencia y muerte. Este castigo más vindicativo obligó a regular por primera vez la forma de castigo con el propósito de eliminar la vendetta privada y que se resolvió con la aplicación de la ley del talión en el que se reducía el castigo a “no más de un ojo por un ojo y no más de un diente por un diente”.

Los aportes de diferentes filósofos y pensadores como lo son Protágoras de Abdera, Platón, Aristóteles y otros han aportado sus conocimientos y su manera de comprender el mundo han marcado conceptos esenciales en la criminología o ayudado a construir la criminología actual.

Por ejemplo, Protágoras de Abdera, estableció la doctrina de que el hombre es la medida de las cosas, una doctrina que si se analiza se pueden resaltar conceptos utilizados en la actualidad, el primero de ellos es el hecho de que la sanción busca disuadir al infractor o infractores de que no cometan el delito, el concepto de la justicia retributiva y el concepto de una pena reformadora donde se busca que el infractor del delito sea reinsertado a la sociedad con el objetivo de que no vuelva a cometer un delito en casos como estos se puede mencionar la cárcel.

El segundo gran pensador de la época Hipócrates de Cos se asocia a la corriente biológica y con su rompimiento de las respuestas religiosas o espirituales a los problemas del ser humano, fue su punto de inflexión para la actual criminología clínica, mientras que Platón se asocia más con la sociología y Aristóteles con la escuela psicológica. En el caso de Platón podemos estar hablando de una de las personas y personajes históricos más influyentes, en sus obras se refiere a múltiples temas, pero si hablamos de criminología podemos decir que Platón mencionó temas como las leyes, el delito y el castigo, además en su libro La República (1872), se menciona:

Digamos, por consiguiente, Adimanto, que las almas bien dotadas, si tropiezan con una mala educación se vuelven especialmente malas. ¿O piensas acaso que los mayores delitos y la más extrema maldad provienen de una naturaleza mediocre, y no de una vigorosa que ha sido corrompida por la nutrición, y que la naturaleza débil es alguna vez causa de grandes bienes o grandes males? (Platón, 1872, pp.306-307).

Lo que menciona en este texto es sumamente interesante y me parece que es un debate que a día de hoy se puede iniciar con la pregunta ¿el criminal se hace o nace? Y en este texto se da espacio a intentar responder esta pregunta y por eso se le reconoce como un referente de la sociología criminal.

Mientras que si hablamos de Aristóteles él reflexiona sobre el libre albedrío, el bien y el mal y personas como un ser de cuerpo y alma con una capacidad cognoscitiva que nos hace un ser superior sobre las demás especies. Además, revela el hecho de que existen condiciones que nublan el juicio humano y el actuar con conocimiento y buena voluntad, como lo son las pasiones humanas que afectan a todas las personas por igual. Un aporte que es referente de la psicología moderna.

Sin duda alguna todos estos aportes han mejorado y guiado el camino de la criminología moderna que conocemos hoy en día.

Referencias

Platón (1871). La República. Obras Completas (traducido por D. Patricio de Azcárate). Madrid: España. Medina y Navarro Editores.

Zúñiga, R. (2021) Fundamentos de criminología. San José. EUNED.

Mecanismos de Control Social y Criminología

Para hablar sobre los mecanismos de control social, primero debemos definir que es el control social, es “forma en que la sociedad consigue ...